Cuando digo que soy florista

17.02.2023

Cuando me preguntan a qué me dedico y digo que soy florista ocurre lo siguiente, primero se quedan mirándome muy fijamente, callad@s me siguen mirando y segundos después viene lo siguiente:

Anda!! Qué bonito!! Me encanta tu trabajo!! Pues sabes?! tengo una planta que está mal y no sé qué hacer con ella o se me mueren hasta los cactus o tengo unos bichitos negros voladores que me salen cada vez que muevo la planta...

Aunque los comentarios que más me gusta son estos:

No me gustan las flores porque las veo en funerales o porque soy alérgic@ o porque el ramo se estropea y lo tienes que tirar o, esta es la mejor, me da mucha pena porque matáis las flores.

Tampoco me quiero dejar esto:

Qué casualidad!! Me han regalado un ramo ¿cómo lo cuido? ¿Le tengo que echar agua? Lo pongo a que le dé el sol ¿verdad? ¿Puedo plantar las flores?

Imaginaos mi cara, cada vez más verde y sin saber ya qué responder.

Cómo decirles que soy florista, no jardinera, que sé de flores, de diseño, de colores pero que quizás las plantas se me den fatal. Que me duele cuando hacen comentarios como el de que matamos a las flores o que son alergic@s...

Pues bien, casi siempre puedo responder a todas estas cuestiones, casualmente se me dan muy bien las plantas, me encantan y he aprendido mucho sobre ellas para mi son un hobby. Hace algún tiempo leí un artículo sobre la forma de relajarse que tienen algunos japoneses amantes de las plantas, les encanta observarlas a diario, comprobar su crecimiento, sus nuevas hojas, sus nuevas flores...en general, sus cambios.

Desde hace años yo también observó mis plantas, me fascina ver esos cambios diarios, semanales...me siento orgullosa al saber que gracias a mis cuidados esas plantas viven y que luego más tarde, si todo va bien, podré recoger su fruto (su flor) y que luego podré seguir embelleciendo aún más lo que ya es bello en un ramo, junto a otras flores, y que seguiré cuidando esa flor antes de que se marchite por causas naturales durante unos días más.

Para que podáis recoger vuestros frutos os recomiendo no regar las plantas en exceso, ese es el gran problema, es mejor que pasen un poco de sed a que se ahoguen por encharcamiento, de ahí los bichitos negros que vuelan, ese es un sintoma claro de exceso de agua.

Una vez recolectadas estas flores nos pueden servir para decorar una casa, un local, un evento, una celebración o demostrarle a alguien tu amor, tu respeto, tu agradecimiento...para que aún nos duren más esas flores debemos ponerlas en algún lugar que no les dé el sol, cambiarle el agua a diario o cada dos días, cortar los tallos cada vez que cambiamos el agua, ponerla muy limpia y fría.

Evidentemente las flores que tenemos en un ramo no podremos plantarlas luego, para ello deberían tener raíz y dudo mucho que les salga en esas condiciones.

Por último, las personas alérgicas también pueden disfrutar de unas bonitas flores ¿cómo podrían hacerlo? evitando las flores que tengan polen así que, ya no me podéis poner excusas.